domingo, 12 de julio de 2009

Todo comienza a verse borroso.
No entiendo lo que dicen.
Estoy adormilada, en un lugar que no conozco.
Ahora que lo pienso, creo que he estado aquí.
Cuando no encontré la solución o una salida.
Si.
Ahí vine.
Pero ya no lo recuerdo.
Todos me hablan.
Pero no llego a saber,
bien que es lo que dicen.
Se me nubla cada vez más la vista.
No se si tengo miedo.
Pero siento como si me estuviera dando vueltas como un terremoto por el dolor.
Me doy cuenta que eso solo lo siento por dentro.
Porque estoy inmóvil. Tan quieta que si llego a mover aunque sea el dedo pequeño del pie, perdería mi autocontrol.
Prefiero quedarme así.
Cierro los ojos.
Mi pecho estalla en gritos ahogados.
No quiero ni siquiera abrir la boca para que los demás no se preocupen.
Pero siguen estando aquí?
Ah si. Pero muchos se fueron.
Algunos, muy pocos quedaron. Y me siguen hablando.
Calmense, estoy bien, solamente siento que me estoy incendiando pero no quiero preocuparlos.
Quisiera decirles eso.
Pero temo perder el autocontrol.
No quiero que se asusten.
Como si un camión enorme me estuviera aplastando.
No puedo abrir los ojos para comprobarlo, pero lo siento así.
Creo que uno de ellos me dice que abra los ojos, me explica como tengo que hacerlo.
Pero no.
No lo voy a hacer.
Todavía no.
Cuando todos se vayan quizás lo haga.
Aún asi no quiero que se vayan los que están.
Los necesito.
Sólo para saber que están.
Que hay alguien.
Aunque uno siempre va a estar.
Me conformo con ese.