domingo, 12 de julio de 2009

Grupo sanguíneo-Crepúsculo

Hizo un esfuerzo para recobrar la compostura.
-Con el tiempo, lo voy a averiguar- le advertí.
-Desearía que no lo intentaras- dijo, de nuevo con gesto serio.
-¿Por...?
-¿Qué pasaría si no fuera un superhéroe?¿Y si fuera el chico malo?- sonrió jovialmente, pero sus ojos eran impenetrables.
-Oh, ya veo- dije. Algunas de las cosas que había dicho encajaron de repente.
-¿Sí?
De pronto, su rostro se había vuelto adusto, como si temiera haber revelado demasiado sin querer.
-¿Eres peligroso?
Era una suposición, pero el pulso se me aceleró cuando, de forma instintiva, comprendí la verdad de mis propias palabras. Lo era. Me lo había intentado decir todo el tiempo. Se limitó a mirarme, con los ojos rebosantes de alguna emoción que no lograba comprender.
-Pero no malo- susurré al tiempo que movía la cabeza-. No, no creo que seas malo.
-Te quivocas.
Su voz apenas era audible. Bajó la vista al tiempo que me arrebataba el tapón de la botella y lo hacía girar entre los dedos. Lo contemplé fijamente mientras me preguntaba por qué no me asustaba. Hablaba en serio, eso era evidente, pero sólo me sentía ansiosa, con los nervios a flor de piel...y por encima de todo lo demás, fascinada, como de costumbre siempre que me encontraba cerca de él.